La semana pasada planteé a los miembros de mi lista de correo la idea de escribir un cuento de Navidad a lo largo de este mes de diciembre. Y les pedía su colaboración para decidir algunos de los elementos narrativos más importantes, dándoles a elegir entre varias opciones.
Han votado, y estos son los resultados:
- Nuestra protagonista será una niña, opción preferida por un 46,2%, muy por encima del gecko (23,1%) , el niño o el alienígena (ambas opciones empatadas al 15,4%).
- La Suerte será quien le hará la vida imposible también con un 46,2% (¿casualidad? yo creo que no, tratándose de este peculiar personaje), aunque estuvo muy cerca de ser uno de los pajes de los Reyes Magos (38,5%), una hechicera malvada (7,7%) o un muñeco de nieve maníaco (también 7,7%).
- El relato tendrá lugar en algún lugar de Europa gracias al aplastante 61,5% que ha cosechado esta opción frente a las otras que tenían para elegir, como el convento (23,1%), la Luna (15,4%) o algún lugar de Oriente (0%). Casi me dan ganas de pedir perdón por proponer esta idea, parece que no les gustó nada de nada.
- La comida navideña elegida ha sido el Roscón de Reyes (46,2%) que os confieso que era también mi opción preferida frente al turrón de yema (23,1%), el tronco de Navidad (15,4%) y el mazapán (15,4%).
- ¡En la pregunta de las pelis navideñas ha habido un empate! Gremlins y Love Actually con el 30,8%; se quedan fuera Solo en Casa (23,1%) y La Jungla de Cristal (15,4%).
También les proponía que me dijeran una palabra, y prometía incluirla en el relato. Las palabras propuestas han sido, por orden alfabético: bahorrina, culo, desoxirribonucleico, furrocomunismo, kalimotxo, ornitorrinco, otaku, prolapso, resina, serendipia, trabuco, tranchete y zaquizamí.
Bueno, definitivamente con palabras como «furrocomunismo» no sé si voy a poder conseguir que este sea un cuento para todos los públicos… o quizá sí.
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